martes, 26 de agosto de 2014

Se busca pedarasta

Los parques de Madrid, la zona noreste, sobre todo, no pueden jugar porque un pedarasta anda suelto. Un hombre joven, alto, cuyo pelo cambiará con el tinte de sus abusos, camina buscando niñas que desconocen que pueden llorar.
La infancia es espacio sin fronteras al que todos recurrimos,  al cumplir años, tal vez como consuelo a nuestros sufrimientos, por la enfermedad y por la perdida de los seres que queremos.
 El hombre sin conciencia que rompe sueños y muñecas, debería entregarse a la justicia,  pues es un asesino de la alegría. Espero que no haya más niñas que lamenten su inocencia ante la policía.

No más violencia contra los menores.

Ana Maria Tapias Garcia. 

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