Ella

Ella, es una niña Siria llamada, Hudea,  que levanta las manos a un fotográfo , pensaba que era un arma.  Tiene 4 años, vivía en un campo de refugiados de Atmeh, asustada, atemorizada, enquistada a una guerra que no eligió, y que la hace víctima, que la obliga a ser otra niña,  que juega a salvar su vida, mientras que cubos de agua con arena, caen ensangrentados a sus pies,  moribundos de infancia,que lloran atónitos ante un flash. A mi me ha derrotado este mundo,  que no respeta la sonrisa de  una niño.

Ana M. Tapias G.

Ellas

Ellas,  son las últimas víctimas de violencia en España, sus parejas decidieron que no volvieran a sonreir a la luz, que no cantaran bajo la lluvía, que no amaran a las flores en primavera, que no soñaran con las vacaciones, que no se acoplaran a la pantalla grande en su butaca, que no escucharan el aleteo de las mariposas. Ellas, yacen sin destino,  bajo la lúgubre alfombra del silencio.

Con todo mi cariño a las 8 mujeres asesinadas.

Ana. M. Tapias G.

Dolor

Cada dia soy una turista,  en el dolor que padece mi madre, el Herpes la conmina al abandono de la alegria, no hace planes, llora a través de las palabras. Su cara hace muecas de abatimiento, y tal vez , la idea de una muerte cercana ronda por su mente. Me cuesta mucho animarla, lo hago, la cuido, la vigilo, la mimo. Cuando un familiar enferma,  todos lo hacemos, y,  hemos de ser fuertes, para que el dolor no nos menoscabe el hambre de sonrisas.

Ana M. Tapias G.

SS

a

Tambores contaminan las calles  de dolor, la muerte de Jesús, crufica corazones que lloran encapuchados, los desvelos de un hombre,  que somos todos, de una madre que se ahoga al ver a sus hijos desahuciados, bajo el yugo de los otros romanos,  que invaden la economia con miopía. 

Saetas del pueblo, quitan los clavos con las manos, para no ser enterrados vivos, para sobrevivir a su Via Crucis, para soñar con el aroma de azahar.

Ana M Tapias G

Especulaciones

Tras la caida del avión, las hipótesis se han disparado, la noticia de como se estrelló ya de por si bastante dura, agónica, cruel, esta siendo vociferada en el mundo. Las cadenas de televisión,  desglosan los minutos previos al accidente, a veces, se cuela la palabra " Atentado", creando más miedo a volar. 

A mí, más que la despresurización,  me hiere,me lacera,  me cruje, el abatimiento de los familiares, que pululan, aún incredulos por la memoria de sus hijos, tios, madres, padres, abuelos, abuelas, amigos, hablándoles con lágrimas en los labios, susurrándoles que les quieren en el asiento de un avión, que fue su último espacio para amar a la vida, acariciándoles en fotos, para no olvidar su rostro. Los  familiares son vícitmas y hay que respetarles.

Ana M. Tapias G

Mis ojos

Son los ojos de mi abuela, que hoy cumplíría 101 años. Los abuelos son la patria de nuestra infancia, a la que recurrir cuando el voto soberano de la madurez, nos minimiza los sueños, nos devora la esperanza, nos corroe la sonrisa.  Mis ojos anhelan esa mirada con la que saltaba a la comba.

Con todo mi amor a mi  abuela.


Ana M. Tapias G.

Adiós

150 familias,  rotas por el  dolor anhelan a  sus familiares, esperan sus sonrisas, sus abrazos, sus palabras y han de asumir su muerte en un avión. La despedida es forzada por su trágico destino, el adiós forma parte del hoy, y, en el mañana serán recuerdo.

Ana M. Tapias G

Esa luz

 Estoy pasando malos días, mi madre sufre por el Herpes,  que es muy doloroso, y, las medicinas cuentan con efectos secundarios, que nos derrotan aún más, lloramos con la lucha, A veces,  la desesperanza me abraza, y entonces recuerdo las palabras de mi abuelo, materno, que sufrió un cáncer de vejiga," Qué maravilla , otro día que estoy vivo", decía feliz. Esa  luz que no se apaga,  es  la que nos  acerca a la sonrisa.

ANa M. Tapias G

A flote

Las elecciones  autonómicas, andaluzas,  han hundido a algunos partidos y a otros les han dado alas para volar sobre sus promesas. Una mujer ha vencido, los tiempos cambian poco a poco, sin necesidad de cuotas, ni llamadas feministas. Susana Díaz afronta el reto de bajar la cifra de parados, de acallar la corrupción y de lograr el crecimiento de Andalucía. Los demás políticos, tendrán que salir a flote,  desde el extrarradio de sus escaños

ANa. MTapias G.

Pelea

Caminaba absorta en mis pensamientos,  cuando vi una pelea entre una cigüeña y un papel, que tal vez fuera para proteger a los polluelos de la lluvia. La lucha era titánica, el viento zozobraba el papel, el pico se  resistía a soltarlo, si caía al suelo sufriría la amarga, la cruel, la nada dadivosa derrota.
La cigüeña es cada hombre, cada mujer, aislados en las calles, con cartones como sillas, con la mirada encontradiza, que pelean contra la realidad, que les condena a  ahogarse en la miseria. 

Aa M. Tapias G.

Semáforo rojo

Ayer el terrorismo golpeó a Túnez. Cuesta asumir que unos turistas sentados en el autobús, que unos  visitantes de museo, que disfrutaban de la belleza, que viajaban para celebrar su amor, para descansar de su paisaje diario, para conocer otra cultura, y que, a media mañana fueran salvajemente tiroteados, acribillados, descuartizados, por unos corazones que olvidaron que el semáforo  rojo de la vida no se ha de cruzar, por unos corazones asesinos hasta de ellos mismos, por unos corazones cuyo destino fue crear lágrimas.

La violencia solo conduce a la derrota.

A las victimas....

ANa M. Tapias G

Huesos

¿ Los huesos de  Cervantes son de Miguel de Cervantes? Para mí, Miguel está en sus  palabras, nacidas en un lugar de la Mancha, bajo la voz, bajo la mirada, de un viejo hidalgo, perturbado, de escuálidas   formas, de ademanes caballerescos, que buscaba desfacer entuertos, que no dudaba en enfrentarse   contra gigantes de vierto, que suspiraba por Aldonza Lorenzo, y, que prometía el gobierno de una ínsula,  a su fiel escudero Sancho. Los huesos son testigos, Cervantes es fantasía.

ANa M. Tapias G.

Listas electorales

Vivo sin vivir en mí, desde que  actores y escritores,  se postulan como elegibles a los ayuntamientos. A a este paso van a acabar provocando una huelga de  políticos,  que se van a quedar a verlas venir. Los tiempos han cambiado. Antaño el señor Alcalde, presumía de ser una de las fuerzas vivas de la ciudad o del pueblo, ahora son tomados por ladrones  en los chascarrillos de los ciudadanos, que entran en éxtasis como Sta. Teresa, cada vez que acuden a votar.

Ana M. Tapias G.

Recuerdo

Caminaba por la Plaza Mayor con mi madre, el herpes la causa mucho dolor, y, sale poco a la calle. Aposté  por alejarla  del hoy, invitándola a pasear por el pasado. Su abuelo Manuel heredó una casa , que su  hija( mi abuela),  vendió para comprase otra. Para mí esa casa, vieja, que está situada a escasos cinco minutos de donde vivo, es mi fantasía de la familia que no conocí, sus cuerpos desgajados por el  olvido, crecían  dentro de  las palabras mi madre: la carbonera, el desván, 17 escalones, 2 pisos, con 6 habitaciones. Sus sombras se adueñaban de los rincones cubiertos de nostalgia. Por mis venas latía el  deseo de viajar a través  del tiempo. Mi madre se ausentaba de sus  malas noches, del sabor amargo de sus medicinas, de su tristeza.
 Cuando  la vida  nos duele el recuerdo  nos reconforta.

Ana. M. Tapias G.  

Obras

Caminaba esta mañana ajena hasta de mi pensamiento, que a veces,  me agota con sus sueños,  cuando casi me caigo dentro de una zanja. Se nota que las elecciones municipales están próximas, y los políticos buscan la belleza en la ciudad, se recrean en sus palabras, que adornan las calles con su presencia, juegan con sus sonrisas, alardean de promesas que se extinguirán al ganar o perder, maquillan las grietas para parecer buenos gestores.  Las obras son tan poco fiables como los políticos.

Ana. M. Tapias G.

Yemeni

Tenia 8 años y murió en su noche de bodas.  Su asesino su marido de 40 años,  no irá a la cárcel.  En Yemen los pederastas son avalados por un gobierno, que permite que niñas sean salvajemente torturadas , vendidas por sus familias a un delincuente, sacrificadas por la pobreza de una sociedad , que debe erradicar esta costumbre.

Lloro por Yemeni, mis lágrimas son condena, mis lagrimas exigen justicia. Yemeni  era solo una niña.

ANa M. Tapias G.

Fútbol

La palabra fútbol,  me trae a la memoria una canción que cantaba mi abuela encarna" Mamá cuando sea yo mayor jugare al futból", o algo así, eran los años de la posguerra española, cruel, hambrienta, atroz. Los tiempos han cambiado, ahora los jugadores llegan al campo en coches de alta gama, son multimillonarios, e ídolos de masas, que anhelan que ganen trofeos que coloren sus vidas de cánticos. Si pierden pasa a la nómina de héroes caídos sobre  el césped, imposibles de levantar.

A mi el fútbol me aburre, soy de Madrid por mi sobrino Alonso, no quiero defraudarle más de lo necesario; me alegro si gana el Athelic de Madrid, y me cae bien el entrenador del Barsa. Hoy es sábado y toca Liga.

Aa M. Tapias G.,

Ana Frank

Ana Frank podía haber sido yo. Me Ana llamo  y, escribí un diario como ella,  a los 13 años. Mis palabras vagaban sin rumbo hacia mi sueños, de adolescente, que buscaban un espacio de futuro. Las de Ana eran espejo de dolor, de fuga de la guerra, de metástasis de la esperanza, de su presente.
Su voz ha quedado  atrapada, pegada  esculpida  en el calendario. Las palabras son lágrimas fieles de la realidad que vivimos. 

Hace 70 años que fue asesinada y la guerra sigue, y otras Anas son torturadas, violadas, lapidadas, y, sus voces claman justicia, libertad, respeto. Ana Frank es  nombre de paz.

. Ana M. Tapias G.