Cada dia soy una turista, en el dolor que padece mi madre, el Herpes la conmina al abandono de la alegria, no hace planes, llora a través de las palabras. Su cara hace muecas de abatimiento, y tal vez , la idea de una muerte cercana ronda por su mente. Me cuesta mucho animarla, lo hago, la cuido, la vigilo, la mimo. Cuando un familiar enferma, todos lo hacemos, y, hemos de ser fuertes, para que el dolor no nos menoscabe el hambre de sonrisas.
Ana M. Tapias G.
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