martes, 3 de marzo de 2015

Ebro

El Ebro, era uno de los ríos que Sor Elena,  me obligaba a señalar con el puntero,  en el mapa de España. Me parecía aburrido memorizar esa grasa de agua, que se perdía hasta llegar al mar, esa grasa líquida, que se escondía de mi memoria, apuntalada al sueño, esa grasa acuosa,  que se deslizaba hacia la libertad. 
Ahora, esa grasa de agua, ha arrasado sin preguntar, los quehaceres de hombres y mujeres, que buscan restos fósiles de su vidas, ahogadas, machacadas e ignoradas.
¡ Ojalá  el Ebro fuera como un grifo!

ANa Maria Tapias Garcia.

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