Estoy pasando malos días, mi madre sufre por el Herpes, que es muy doloroso, y, las medicinas cuentan con efectos secundarios, que nos derrotan aún más, lloramos con la lucha, A veces, la desesperanza me abraza, y entonces recuerdo las palabras de mi abuelo, materno, que sufrió un cáncer de vejiga," Qué maravilla , otro día que estoy vivo", decía feliz. Esa luz que no se apaga, es la que nos acerca a la sonrisa.
ANa M. Tapias G
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