El Cubillo, es un pueblo, pequeño, escondido, austero de formas de la provincia de Segovia. Allí nació mi padre, y mis siete tios. Mis abuelos yacen enterrados, bajo el cobijo de la sierra de Guadarrama, a la sombra del dolor de sus seis hijos, la tia Juana descansa junto a ellos, y sus quince nietos. Al Cubillo, viajábamos los sábados. La abuela, Evarista, al oir llegar el coche, aparecia radiante por la puerta de casa. Los perros, olian la comida que llevaba mi padre, se lanzaban a por él. El abuelo, Saturnino, subía de la huerta con tomates, nos besaba, nos sonreia e iba a buscar a las vacas, que tenían nombres, al prado.
Entrábamos dentro de la casa, los gatos corrían de un lado a otro, me asustaban. Saliamos a pasear por el pueblo; sorteábamos boñigas rodeadas de moscas; nos topábamos con cuadrillas de vacas, de cuerpos enormes, pesados, atormentados por dar leche, que se movían desenfrenadamente, arrinconándonos contra la pared; hablábamos con las vecinas, que nos preguntaban de quién eramos hijas; observábamos a los burros. Cuando caia la noche, y el pueblo obscurecia, nos refugiabámos en la cocina. El abuelo, contaba historias, de la trashumancia, al lado de la chimenea. Las llamas se apagaron, ahora, cada vez que vuelvo al pueblo, ya no hay vacas que me intimiden, tan sólo el murmullo del paso del tiempo, acomodado en mi recuerdo.
Ana TapiasEntrábamos dentro de la casa, los gatos corrían de un lado a otro, me asustaban. Saliamos a pasear por el pueblo; sorteábamos boñigas rodeadas de moscas; nos topábamos con cuadrillas de vacas, de cuerpos enormes, pesados, atormentados por dar leche, que se movían desenfrenadamente, arrinconándonos contra la pared; hablábamos con las vecinas, que nos preguntaban de quién eramos hijas; observábamos a los burros. Cuando caia la noche, y el pueblo obscurecia, nos refugiabámos en la cocina. El abuelo, contaba historias, de la trashumancia, al lado de la chimenea. Las llamas se apagaron, ahora, cada vez que vuelvo al pueblo, ya no hay vacas que me intimiden, tan sólo el murmullo del paso del tiempo, acomodado en mi recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario