Muhamad era el director del Hospital infantil de Alepo. Un bombardeo acabó con él, el 28 de Abril. Veo su foto, junto a un niño tumbado sobre una camilla; le está reconociendo; le vigila la respiración; le mira con preocupación. Un nudo en la garganta trasforma mis ojos en lágrimas, que gotean la pregunta.¿Por qué ? Muhamad, acariciaba a la esperanza, golpeaba al desaliento, vendaba a la venganza. La vida se arrastra en Siria, por las calles, por las esquinas, por los escombros, antes de morir para siempre.
Ana Tapias
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