Hay dias como hoy, que ni la lluvia sabe cómo ocultar mis lágrimas. Una mujer, iraní de 19 años, fue torturada hasta que se declaró culpable de matar al hombre que la intentó violar. El juicio no se celebró con las suficientes garantías legales. Ha pasado siete años en la cárcel, pero, la familia del médíco, Morteza Abdolalí, no la ha perdonado. Y gracias a la "ley de Guesas": que permite sangre por sangre, Reihané, ha sido asesinada esta madrugada, la han puesto una soga al cuello.Los mulás no entendarán mis lágrimas, pues viven entregados a defender una ley sorda, que condena sin escuchar. Mis lágrimas, cubren el cuerpo sin vida, de Reihané, como si fuesen una corona de flores. Descanse en paz.
Ana Tapias
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