Me gusta mirar casas ajenas, me cuelo en su intimidad e imagino la felicidad que dibujan en sus pasos; el amor de sus gestos; la amabilidad de su rutina; el rumor de sus preocupaciones; la cadencia de su cansancio; las palabras inmunes a la distancia que dirán. Pero tal vez sólo sean oasis de soledad iluminados; o mi frugal anhelo de ser otra silueta enmarcada a lo lejos.
Ana Tapias
Ana Tapias
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