Me pasa siempre, lo que no puedo o no me atrevo a decir despierta lo hago
dormida. Suelen ser personas, por llamarlas de alguna manera que han
herido mis sentimientos repetidas veces. Mis compañeras de colegio, que
se rieron de mi, entre ellas, la Velasco, han aparecido, año a año en mis
pesadillas. Las decía que no las iba a perdonar, por el daño causado en mi
adolescencia. Siempre me contestaban con alguna grosería. El hermano de mi
madre, quien me ha insultado desde que tengo uso de razón hasta ahora, y del
que nunca me pude defender por recomendación de mi madre, que prefiere
callarse. Esta noche, se coló en mi vida, iba trajeado. Estaríamos en alguna
comida familiar, crucé unas palabras con él, para defenderme de su maltrato. Me
desperté tranquila, sabiendo que una parte de mi se había desahogado,
aunque fuera en otra realidad adonde los suspiros y las lágrimas no
llegan )©
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