No podemos conformarnos con un amor perezoso, que nos elige para salir de
vez en cuando; que no nos escucha, porqué ha perdido la noción de oír en medio
del atasco de la rutina. No debemos asimilar a nuestro corazón a amigas,
que nos despedazan con los cuchillos de la envidia, del egoísmo, delante de sus
uñas pintadas de los pies, que siempre marcan diferencias. No atesoremos
hermanas, que nos impiden hablar con nuestros sobrinos en un ataque de ira
contra nuestra infancia. Hemos de revelarnos hasta de las ciruelas con
collares; gritar nuestros sueños; pelear
por nuestra sombra, defender la heroicidad de nuestra lucha. No podemos
conformarnos con ser mediocres.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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