Es
curioso, como a veces, pequeños lagos se pueden transformar en océanos por la
inercia de la incertidumbre; como saltar charcos se puede volver una aventura;
como acariciar el destino puede ser una tortura; como ser brillante puede
ser un insulto; como la derrota puede ser envidiosa; como la tristeza puede ser
reciclada. Es curioso, como el ser humano, se convierte en
vasallo, sin quejarse, sometiéndose a la crueldad, de aquellos. que
no temen al sudor de las lágrimas; como las malas amigas son digestiones difíciles
de asumir; como la vida nunca es lo suficiente buena para casi nadie. Por eso,
es necesario aprender a nada en el océano
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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