viernes, 31 de enero de 2020

Soñar con ser imagen

Nos proyectamos en tantas realidades, que olvidamos, sonreír en cada una de ellas. La vida nos ofrece  ritmos,  sueños,  melodías, para encontrar otros destinos, otras nostalgias, otros abrazos, otros momentos, en los que ser y no solo parecer, en los que encontrar el sentido a nuestra mirada llorosa, cansada, vencida por las circunstancias, pero, hemos de avanzar por otros mundos, sin miedo, sabiendo que solo pertenecemos a la eternidad.
©Ana Tapias( todos los derechos reservados(

martes, 28 de enero de 2020

Destinos de reloj

El hombre de la fotografía, es mi tío Esteban. No sé, qué hace en esa moto, pero está joven, guapo y apuesto. Si hago memoria, intuyo, que es de la Guerra de Marruecos, donde, se salvó de un accidente de coche, pero sus compañeros perecieron. Vivió en tres siglos, llegó a los 105 años. Olvidó la condena a muerte de Franco y siguió hacia delante, como si nada hubiera pasado, y fuera el único hombre del mundo. Su destino estaba escrito en un, viejo, reloj, al que un día se lo rompieron las manecillas.



 A la memoria de mi tio Esteban
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

El temblor del recuerdo


Mi abuela, Encarna, también fue niña. Era guapa, simpática, alegre. En esta fotografía, no tendría  más de once años, estaba vestida de segoviana, ya seria huérfana de padre, con una hermana mayor y otro  hermano pequeño.  La imagino, ayudando a su madre en la casa; vendiendo caramelos en el plaza mayor de Segovia con su abuela;  caminando por las calles sin coches, jugando con sus amigas, las hijas del campanero de la catedral, que la llevan a ver las campanas, una de ellas, se llamaba María de la Paz; soñando en un futuro que la llegó;  pues a los quince años, se puso a trabajar en la fábrica, donde conoció a mi abuelo, con el que se casó seis años más tarde. El recuerdo de mi abuela, es temblor en mi mirada, que llora en cada imagen que me lleva a ella.

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domingo, 26 de enero de 2020

Ausencias

Nos hemos acostumbrado a descuidar los sueños de quienes ya no están, como si formaran parte del pasado, pero, no es cierto. Los sueños de ellos, sobreviven en nuestras miradas, por eso, es necesario, recordarlos, para que sigan creciendo en el universo infinito de alegrias;  para que los planos de silencio, donde están instalados, hablen de su melancolía; para que el martillo de sus ausencias, no golpe dolor, sino fantasias.

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sábado, 25 de enero de 2020

Fotografias


En la foto hay dos mujeres: la de negro es mi bisabuela Flora; la de blanco es mi madre Carmen. Sus rostros no se miran, tal vez, querían una relación sin palabras, abocada al ritmo de sus silencios; tal vez, intentaran pasar desapercibidas la una para la otra, para que su amor no fuera trágico, sino suave y deslizante; tal vez, intentaran separar sus rostros para no asomarse al espejo del tiempo; tal vez, fuera un recurso de la memoria, para que mi bisabuela, olvidará su viudedad prematura, su trabajo a destajo para sacar adelante a tres hijos pequeños, para vencer a una guerra en la que podría a ver perdido a su yerno. Las fotografías son interpretaciones de vidas, que nos pertenecen al soñarlas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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viernes, 24 de enero de 2020

Mujeres rotas

Las mujeres ocultamos nuestras lágrimas y continuamos hablando como si nuestros ojos fueran de ella, esa que calla ante la incertidumbre ,por miedo a perder el equilbrio; esa que silencia el dolor de huesos, por miedo a parecer mayor; esa que se obliga a sonreir,  por miedo a desencajar en una sociedad de seres, que toman antidepresivos hasta para respirar. Las mujeres hemos de aprender a reciclar nuestras experiencias, a querernos, a ser fieles a nuestros deseos, y eso nos lleva a rompernos una mil y veces para continuar caminando pegadas a nuestros sueños.
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jueves, 23 de enero de 2020

Tolerancia cero a la derrota

Nos descuartizan, cada día, decenas de personas, con sus miradas, con sus palabras, con sus ataques indiscriminados a nuestro cuerpo; que actúa como si fuera una muralla, que llora sin ser vista, que habla sin ser escuchada, que cae al vacío de la rutina sin ser entendida, que sobrevive entre balazos de una guerra, que no hemos empezado. Y, no nos queda otra solución, que resistir, que ser fieles a nuestra verdad, que defender nuestra esperanza, porqué la derrota es de quien la practica no de quienes la combaten.
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martes, 21 de enero de 2020

El plano del silencio

La rutina mutila nuestro.pensamiento.  Las palabras de otros, inundan nuestros sentidos; hemos de aprender a ser otras cabezas, otras manos, otros pies, otras voces, que nos intimidan, que nos acosan, que nos invitan a llorar en sus besos, a comulgar con sus desatinos, a incorporanos a sus deseos, a amar sus caprichos, pero, nuestro cuerpo, no ha nacido para ser esclavo, sino para rebelarse, por esto, tantas veces, caminamos sin cabeza, escuchando el latido de nuestros sentimientos.

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lunes, 20 de enero de 2020

Pérdidas


 Todos, perdemos, a alguien cada día, poco a poco, lentamente, sin fisuras; para no sufrir un golpe de frio y morir fulminados por el adiós. Son pequeñas palabras, actos, sonrisas, que se convierten en grandes tragedias, que nos asesinan muchas veces, hasta que cansados de llorar, decidimos olvidar.
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sábado, 18 de enero de 2020

El vacio de la existencia

Nos cuesta, entender nuestra evolución como huevo, que forma parte de una sociedad, que corre, que se estresa, que grita a quienes no piensan como él, que estruja el pensamiento, de quienes, se rebelan contra los políticos, que no son héroes, son verdugos de la conciencia, al servicio de sus intereses. Nos cuesta, pero, a veces, salimos de la cascara y somos fieles a nosotros mismos.
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viernes, 17 de enero de 2020

Saber qué decir



Es complicado ser políticamente correcto. Yo soy de esas personas, a las que su madre dice siempre"calladita estás mejor", debe ser que meto la pata, al menos para mí santa madre; quien fue educada en la postguerra, y no sale de su mutismo, de sus visillos, de su qué dirán. Yo soy de esas personas, que dice lo primero que piensa, que no tiene picardía, que no es capaz de elaborar una maldad. Mis palabras corren sin rumbo, a la verdad, imparables de parar, chocando contra el muro de la inconveniencia; por eso, a veces, me gustaría que existiera una máquina con un botón, que al pulsarlo,  me aconsejara  decir siempre lo correcto, siempre lo exacto, siempre lo esperado,s iempre lo justo, para parecer adaptada a una sociedad, que ofrece pastillas de silencio a quienes no hablan a su velocidad
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miércoles, 15 de enero de 2020

Planchar imágenes

Las imágenes son recuerdos,  arrugados, viejos, deteriorados, inconclusos, marchitos, desmejorados, apaciguados, calmados, estropeados, por eso, es necesario, acudir a una plancha, antigua, que se alimente del ayer,  para que los estire y adquieran  formas, que vagan entre circunstancias efímeras, que desconocen que fuimos bautizados, por personas, en blanco y negro, que sobreviven entre nuestras arrugas, que de vez en cuando, se cuelan en nuestro catálogo del sentimiento
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martes, 14 de enero de 2020

Soponcio de la realidad


 La realidad, es una cascara de huevo rota, cuyos trozos de despegan, se desdibujan, se desquitan, de nuestra epidermis de cebolla. Todos tenemos, varias realidades derrotadas, vencidas, heridas, en nuestros platos. En la vida, aprendemos a comer sin llorar en las despedidas; a dibujar esperanzas sin borrar recuerdos; a amar sin odiar el ayer; a conquistar sin derrotar; a reír sin envidar;  a ser nosotros sin ser ellos; a caminar descalzos bajo la esperanza. La realidad es, un movimiento, ajustado a nuestro corazón de cuchara.
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domingo, 12 de enero de 2020

Intervalos del dolor

Mi abuela, Encarnita, tuvo que tejer dos trajes diferentes ante la muerte de su hermano y de su madre. En cada uno ellos, la lana de los recuerdos la dejaría en momentos en blanco y negro, que nunca se borran dentro del color;  en pequeñas instantáneas compuestas de emotividad,  desnudas de palabras, silenciosas de realidad;  en el sudor frio del ayer, cuajado de sonrisas, de lágrimas, de fracasos, de triunfos; en la tragedia de la separación, que mi abuela hizo parte de su supervivencia, pues, nunca la vi llorar, siempre apostó por las agujas de lana con esperanza.
A la memoria de mi tío Amador, de mi bisabuela Flora.
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jueves, 9 de enero de 2020

Silencios del olvido

Las manecillas del, viejo. reloj, yacen rotas al otro lado de la vida, donde los collares. de perlas, echan de menos a los cuellos, que las lucieron como si fueran decisivas, claves, importantes, soñadoras de una riqueza, que se evapora, en el mantel de la rutina, para formar parte de un calendario de olvidos, de desmemorias, de juegos de la traición, anidados en el destino, que es un dios que se desdibuja en blanco y negro, en un horizonte sin dolor, atado a lo que fuimos.


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miércoles, 8 de enero de 2020

Sin princesas

Que mueran las princesas con zapatos de tacón, que nazcan mujeres que besen sus sueños sin sombra de ojos, sin mejillas sonrosadas, sin brazos que las sustenten. Que mueran las hadas madrinas, que florezcan las científicas, las astronautas, las cantautoras, las poetas, las mujeres espada, sin corpiños ni ataduras. Que mueran la juventud eterna, que aparezcan las arrugas, las canas, los pechos con silencios, las manchas con historia, las penas sin alcohol, el destino sin espacios, el beso del adiós sin labios pintados. Que vuele el alma de la mujer hacia el susurro, donde se encuentre con la palabra, donde cante a sus sueños, donde sea ella sin dolor.
A mis dos sobrinas, con todo el amor de su tía.
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domingo, 5 de enero de 2020

La esperanza

La esperanza es un don o tal vez un misterio,  que nos descataloga, como si fuéramos palabras sin sentido, sin lugar, sin espacio, sin estrellas, sin luna, que ilumine nuestros sueños, anclados a la lluvia de destino; que siempre es cruel, innecesario, inoportuno. La esperanza, a veces, nos mata; otras veces, nos mantiene vivos, pero siempre nos vigila por miedo a perderse en un horizonte sin limites
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Soledades de la rutina


Comemos inmersos, en nuestros mundos,  que nos hipnotizan, que nos abducen, que nos invitan a seguir la digestión de la rutina; que soñamos olvidar para pertenecernos, para ser libres, para fregar con la distancia de la muerte; que nos acosa en cada mirada, en cada beso, en cada susurro del olvido. Comemos mutilados por el futuro, que se dibuja dentro de un calendario de primaveras, que cantan en invierno.
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jueves, 2 de enero de 2020

El duelo de la memoria

La memoria es un vestido del tiempo. Los seres que quisimos se desdibujan entre nuestros latidos, que a veces, lloran; otras veces, acarician al recuerdo; lo anhelan, dentro de las casas que sortean la rutina del olvido. No tenemos  el oído, preparado, para escuchar a nuestro dolor, por eso, de vez en cuando, sentimos el abrazo, de sus cuerpos en nuestros ojos y caen lágrimas, que dibujan formas, que sonríen a objetos, que necesitan exiliarse  en el ayer
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miércoles, 1 de enero de 2020

Cicatrices del recuerdo


 Las uvas de ahora ya no son las de entonces. El cambio climático, aligera nuestros cuerpos, los convierte en seres desnudos, de ayer, alejados del frio del pasado; donde las doce campanadas, llevaban gorro, bufanda, guantes y besos de los abuelos, que cumplen deseos en nuestro recuerdo, que llora, sin pañuelos, cada nochevieja.
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