Nos hemos acostumbrado a descuidar los sueños de quienes ya no están, como si formaran parte del pasado, pero, no es cierto. Los sueños de ellos, sobreviven en nuestras miradas, por eso, es necesario, recordarlos, para que sigan creciendo en el universo infinito de alegrias; para que los planos de silencio, donde están instalados, hablen de su melancolía; para que el martillo de sus ausencias, no golpe dolor, sino fantasias.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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