martes, 21 de enero de 2020

El plano del silencio

La rutina mutila nuestro.pensamiento.  Las palabras de otros, inundan nuestros sentidos; hemos de aprender a ser otras cabezas, otras manos, otros pies, otras voces, que nos intimidan, que nos acosan, que nos invitan a llorar en sus besos, a comulgar con sus desatinos, a incorporanos a sus deseos, a amar sus caprichos, pero, nuestro cuerpo, no ha nacido para ser esclavo, sino para rebelarse, por esto, tantas veces, caminamos sin cabeza, escuchando el latido de nuestros sentimientos.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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