Hace 25 años, de la trágica muerte de Antonio Herrero (1955-1998)
que me despertaba cada mañana, para que creyera en la verdad, en la justicia,
en la democracia. Los oyentes, nos quedamos huérfanos del pensamiento, de un
hombre bueno, justo, libre; cuyas palabras, taladraban conciencias; cuyas
palabras, creaban silencios; cuyas palabras, acunaban realidades, que debían
cambiar para ver el sol; pero, Antonio, el Antonio, de quienes lo escuchábamos,
en nuestros amaneceres desiertos de esperanza; es una estrella, que brilla en el universo de nuestra memoria; que
siempre acampa a nuestro lado, cuando lloramos por las injusticias, por las tropelías,
por las corrupciones de un poder, que necesita voces como la de Antonio
Herrero.
A la memoria, de un gran periodista.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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