En las viejas calles de Segovia, unos pájaros se afanan en comer un trozo pan, que algún vecino generoso, habrá arrojado al suelo; o tal vez, un turista saciado de comer; detrás caminan dos jóvenes hablando de sus cosas, mientras olvidan la vejez del momento; que se erosionan dentro de nuestras pupilas, que lloran soledades, olvidos, ausencias, que nos conducen al ayer; donde abrazamos a los que nos quisieron y se fueron bajo un susurro de amor; que nos induce a seguir soñando con sus sombras, por las calles de antaño, ahora bautizadas con el recuerdo
A la memoria, de mis
familiares que se fueron, os quiero
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
No hay comentarios:
Publicar un comentario