Rosa dijo no. No de la igualdad de unos derechos. Derechos de ser hombres y mujeres sin color de piel. El color ha de ser sólo parte de la mirada. Mirada que ha aceptar las diferencias. Mirada que no ha de discriminar ni creerse superior. Quien se cree superior es un necio que tortura y la tortura nunca crea derechos.
Rosa es una diosa enmarcada en un asiento en blanco y negro. Una diosa con agujetas de la lucha. La lucha por los derechos es la mejor manera de vivir.
Gracias Rosa. Nunca te olvidaremos.
Ana Maria Tapias Garcia.
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