jueves, 31 de octubre de 2019

Pesar, comer, tiempo, olvido



Vivimos como si fuéramos inmortales, pero la realidad, es que estamos limitados al paso de los años, que siempre es bueno celebrar, aunque no es conveniente acostumbrase, ni prudente  emborracharse de eternidad. Pues nadie, ni tan siquiera el olvido es eterno. El tiempo es una cuchara que devora, sin piedad, vorazmente, sigilosamente, cada segundo, donde intentamos ser felices; donde buscamos ser otros; donde escupimos sobre el dolor; donde creamos desde el silencio palabras; donde imaginamos a un dios sin espejo; donde descuidamos la higiene de los sentimientos; donde creemos en los sueños, donde cantamos bajo la nostalgia. Pero, la muerte vigila, agazapada, nuestros movimientos para hacerlos suyos; para dejarnos secuestrados en mitad de la nada, de donde nos recatará, de vez en cuando, el recuerdo.



Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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