Cae la lluvia sobre los seres, que caminan hambrientos de un mañana, que se teje entre sueños perdidos, en las manos, de los dictadores de la costumbre; quienes nunca abren sus paraguas sobre la esperanza, que se detiene ante los charcos de agua; hasta donde llegan las lágrimas, de aquellos, que nunca se rinden y nadan contra la adversidad. Cae la lluvia sobre el silencio, que es memoria de lo que fuimos, de lo que somos, de lo que seremos. Cae la lluvia sobre el olvido.
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