Bajo la noche, una hoja, sin color, se camufla del dolor, que sienten sus
pupilas desgatadas de llorar, a la sombra del deseo; que la balancea como si
fuera una peonza del olvido, que va y que viene, entre aceras sin nombre, entre
edificios invisibles, entre semáforos sin luz; que encuentran bajo el silencio
su destino; que una hoja, acaricia en la ternura de una poeta, triste,
somnolienta, agotada, de luchar en un mundo sin palabras.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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