lunes, 9 de octubre de 2023

Memorias

 

Ha llegado hasta mí, esta fotografía, en blanco y negro; donde se asoman a mi vida, cinco jóvenes; intuyo que uno de ellos, es alguien con quien comparto genes, sangre, memoria; adivino que es el segundo por la izquierda, mi tío Amador (hermano, de mi abuela, Encarna) Es imposible saber su edad; sé que mi tío, murió, a los cuarenta años, por un derrame cerebral, a los pocos meses de casarse. En esta fotografía, tal vez, no tuviera más de veinte años; estaba feliz junto a sus amigos, que seguramente, tuvieron vidas más largas, más cansadas de trabajos, más serviciales al destino. Detrás de ellos, reconozco el Alcázar de Segovia, y su pradera; a lo mejor estaban de fiesta, y quisieron que su alegría, fueran observada por sus descendientes, para que alcanzaran su sentimiento, que vuela hacia el olvido; de donde mis palabras, aupadas, por el amor a un tío, que nunca conocí, les ha rescatado;  para formar parte del hoy;  para cantar en el horizonte, sus nombres sin bautizar; para abrazar a la eternidad, de sus cuerpos, derrotados por el paso del tiempo como si fuera eco de la melancolía.

 

Con amor, a la memoria de mi tío-abuelo, Amador Heredero Sanz, que tan joven murió

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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