La lluvia cierne a las hojas en un sinfín de preguntas. La lluvia acosa a las mejillas con lágrimas que permanecen cautivas a incógnitas. La incógnita del día es cuánto dolor seremos capaces de soportar. Me acuesta asimilar a aquellos que están sentados en las aceras, desnudos de alimentos. Me acuesta asumir la violencia que ha derribado a otra mujer más en España, víctima número 43. Me acuesta doblegarme a las guerras en Nigeria, en Irak, en Ucrania y tantos espacios con fronteras.
La incógnita que me acecha es sí podré sonreír.
Ana Maria Tapias Garcia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario