lunes, 3 de noviembre de 2014

Miradas

Venía de comprar en el Día una barra de pan, bananas y algo de embutido,  cuando he sentido que un hombre radiografiaba mi bolsa Me he sentido mal por no poder hacer un picinic con él, Me gustaría erradicar el hambre de las pupilas. Me gustaría eludir mi egoísmo de tener que sobrevivir. No soporto las bolsas de gusanitos arrojadas al suelo como si fueran fáciles de conseguir. El hambre es un ébola y siento ganas de llorar cada vez que no puedo hacer nada para curarle. El hambre de sonrisas es una maldad de la civilización
Ana Maria Tapias Garcia

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