martes, 13 de septiembre de 2016

Llueve

Llevaba dos meses sin llover sobre mi ciudad, nos habíamos acostumbrado al croquis de la sequia. Veíamos la previsión del tiempo esperando la llegada de buenas nuevas sobre la lluvia, pero nunca hablaban sobre esa cosa liquida, que caía desde las nubes para empapar nuestros momentos. En la oficina alguien exclamó" Ha empezado a llover", nos giramos incrédulas hacia la ventana. Dejé las gafas de cerca sobre la mesa, me puse las gafas de lejos; la lluvia existía. Creí que todo es posible si desea.
Ana Tapias

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