martes, 23 de mayo de 2017

El peso de caminar

Hay días, como el de ayer, donde uno camina con el peso de las lágrimas sobre su espalda. Los niños, asesinados en Manchester, aplastan mi animo, mi sonrisa, mi lucidez. Mis pasos son lentos, pesados, sin alas; observan otras miradas; nadie habla, pero, todas gritan dolor, indignación, suspense. La vida se ha detenido en el reloj, las manecillas impostoras del paso del tiempo, nunca se moverán. Los cuerpos dormidos  en la inocencia, plagiarán una nana sin retorno.
Con cariño a las víctimas de Manchester.
Ana Tapias( Todos los derechos reservados)

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