En mi ciudad, Segovia, la vieja estación, se deshace en medio de la penumbra, acosada por el cambio de velocidad. Atrás, quedaron los viajeros que iban y venían, cargados de maletas, de recuerdos, de fotografías; que acumularon en el trastero de los sueños. Las viejas historias, siempre tienen un final en blanco y negro.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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