lunes, 1 de mayo de 2017

Venezuela

Venezuela no es un país feliz, debido a la falta de libertad.  El hombre que manda no cree en el pueblo, por eso, le deja morir lentamente de hambre;  lo aplasta contra las lágrimas, al perpetuarse en un poder, que no es suyo. Su nueva idea, para ser eterno, es procrear, un proceso constituyente, que desemboque en una Carta Magna, hija de su dictadura.  El pueblo soberano, dice"no", a su criatura egoísta . Las plazas,  calles,  avenidas, se llenan de valientes que luchan por la democracia.  Venezuela debería ser un país con sonrisa.
 Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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