La lluvia ejerce como lágrima artificial, de las flores; que aguantan, suspiran, estallan, bajo las nubes. Son presionadas, para estar guapas, para no dejar caer sus pétalos al olvido, para resplandecer siempre bajo el sol. No pueden descuidarse, ser objeto de criticas; la ansiedad, las llevará a engordar, a no ser deseables, a ser vendidas, en el mercado de segunda mano de flores, adonde solo llegan los perdedoras, que son viejas flores, sin carmín en los labios. Ser flor. es un compromiso con la dieta.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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