domingo, 12 de noviembre de 2017

El hambre

No nos creemos,  que hay gente que muere de hambre cada día, mientras nosotros abandonamos en los contenedores comida que está caducada, que nos parece asquerosa por su olor, por su forma, por llevar grasas, por contener sal. Cualquier excusa nos vale. No conocemos a Marco, a quien me encuentro en un articulo de Lola Huete Machado, titulado"Marco, 10 años, 13 kilos". Sus ojos son como tijeras que cortan el vacío, que se deja caer en sus huesos rotos, en sus pies descalzos, en sus manos sin locuacidad. Marcos, además de no tener cuerpo, tiene el SIDA. Su vida se mezcla en un collage de vidas en Angola, iguales a la suya. A nadie parece importarle su antología de dolor, a mi si me importa. Escribo a Marcos con la ternura de mis kilos, que los trasplantaría a su cuerpecillo cadavérico para que sonriera. El hambre no ha de ser silenciado, ha de ser vencido.
Con cariñoa Marcos
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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