Lo imposible no caduca. A veces, nos contentamos con subirnos a una escalera para intentar alcanzarlo; otras, inmersos en la rutina, saltamos sobre ello como si fuera un charco de incertidumbre. Pero, lo imposible, siempre permanece a nuestro alcance, pero, hemos de aprender a creer que es posible.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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