Cuando entran en tu casa extraños, es bueno contarlo para quitarte la angustia que supone la violación de tu intimidad. La pregunta siempre era¿Os han quitado mucho? Cuando yo esperaba¿Cómo estás? A poca gente, se le ocurrió que la tristeza circundaba mi esperanza, al ver la casa invadida por otras manos, que no aman una realidad edificada con lucha, con alegrias, con penas, con sonrisas, con lágrimas, con recuerdos; otras manos, que rompen la belleza, que mancillan el pasado con sus huellas, que maltratan a los muñecos, que sacan el olvido a la intemperie donde se hiela de frio. Es necesario no caer en la derrota del exceso, que se produce con el superávit de sucesos. Es necesario caminar con el hoy desde el sufrimiento. Es necesario vengar la desilusión con el punto y parte. La derrota es simplemente casual.
Ana Tapias(todos los derechos reservados).
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