Las flores pasan desapercibidas en
jardines, en cunetas, en bancos, en recodos imposibles de acceder. A veces lloran. Sus lágrimas son imposibles de descifrar; porqué, su lenguaje se desdibuja
rápidamente; se abandona al olvido; se postula para ser efímero, se enquista en el adiós, donde agoniza su melancolía pétalo a pétalo.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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