viernes, 24 de agosto de 2018

Exhumación de Franco

Yo nací en septiembre de 1970; apenas, tengo recuerdos de la dictadura, ni de su ejecutor. En mi familia, la Guerra civil, tuvo combatientes en los dos bandos: ninguno de los dos bandos,  me hizo estigmatizar al otro. No hubo traumas, ni rencores, a los que sujetarme. Así que, escribo desde la objetividad, sin sentimiento de  duelo, ni levantando puños, ni manos,  hacía el horizonte. Creo que el  dictador no debe erigirse en  un monumento a la victoria( ha de ser rezado, llorado, por su familia; y, olvidado por aquellos a quienes destrozó la vida) El dictador,  no  merece el reconocimiento de la posteridad, sino la condena democrática de una sociedad, la española;  que aún, tiene escondidos a miles de hombres  y de mujeres;  bajo cunetas; en fosas comunes en cementerios, sin identificar. Ellos y ellas, han de ser exhumados y enterrados con la dignidad del recuerdo; que nunca la ha de tener el dictador.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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