¿Envejece la sombra? No sé su respuesta, pues no he conozco su lenguaje.
Pero, puestos a adivinar, creo que me sugeriría que buceará en su interior;
que me adentrará en su más allá; que buscará en su razón de
existir; que me entrometiera en su alocada memoria; que describiera su ausencia
de palabras en momentos difíciles. No imagino a una sombra, gritando de
cansancio a la luz de luna; ni escribiendo somnolienta con una vela que
se agota, delante de una ventana de un poeta, que llora nostalgias y versos no
correspondidos; ni soñando, al lado de una rosa, que sus espinas serán
descubiertas y ella será marginada por el dolor que causa al tocarla; ni
besando sin disimulo, a alguien de su mismo sexo en una calle cubierta de
exploradores de la rutina; ni despejando una ecuación de pesadillas, en medio de un bombardeo en una guerra perdida
de sonrisas; ni acariciando un atardecer cubiertas de cicatrices en el estómago.
Tal vez, la sombra sólo quiera desaparecer ante el ego de un espejo que nunca
la reflejará como se llena de arrugas.
A mi amado sobrino Santiago. GT.
Ana Tapias( todos los derechsos reservados)©
No hay comentarios:
Publicar un comentario