viernes, 14 de diciembre de 2018

Descolgarme de Cenicienta

Yo crecí, con la imagen de ,Cenicienta,  a mi espalda. Cargué mi mochila de ilusiones, con imágenes de un príncipe, que me hacía sentirme realizada con niños y más niños( siempre me gustaron los bebés); que me regalaba  besos robados en el amanecer; que me amaba con locura si fregaba, limpiaba y cocinaba; que siempre recogía mi zapato cuando lloraba.  Los príncipes que conocí eran  ranas quienes después de mis besos, seguían siendo, ranas, mediocres, egoístas y zafias; así que, tuve que dejarlas en la charca para reinventarme y sobrevivir a sus palacios de agua. No ha sido fácil, descolgarme de Cenicienta;  es duro caminar con los pies descalzos, pero, necesito la soledad para luchar por mis  sueños.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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