jueves, 8 de junio de 2023

Aprender a volar


 Es un espectáculo, tierno, emocionante, acogedor, observar cómo los cigüeños, con pocos meses de vida, abren sus alas, lentamente, pausadamente, agónicamente; sin  salir de su espacio, pequeño, diminuto, encogido, que es el nido; para no estrellarse contra el suelo, y ser encarcelados por la realidad; que los conducirá por normas, por reglamentos, por leyes, para que sean aves de provecho; para que sean aves ejemplares; para que sean aves con conciencia;  que se dejen caer sobre el horizonte, para acariciar la libertad; pero antes, han de entender la dificultad del vuelo. 

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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