miércoles, 28 de junio de 2023

El dictador

 

Acumulo periódicos atrasados, en mi mesa de trabajo; donde todo es posible; donde las utopías crecen; donde los amores son elipsis de mi fantasía; donde la vida es ayer, por las fotografías de mis antepasados, que se cuelan en mi presente, para hablarme de sus cosas, que intento rescatar desde el amor de la sangre, que me llama una y otra vez, a su nostalgia; y, dentro de mis mundos, nunca perfectos, se cuela su imagen; que narra la historia de una guerra que dibuja mapas de lágrimas, en hombres, en mujeres, en niños, que corren para refugiarse de las bombas, que no cesan de caer en hogares, en calles, en carreteras. No puedo perdonar a su rostro, algún día amado por su familia, que escupe sangre sobre la vida. Soy incapaz de mirarle sin miedo, sin preocupación, sin angustia; tal vez, debería esconder el periódico; tal vez, debería reciclarlo; tal vez, debería fingir que no existe su guerra; pero su guerra, es nuestra guerra, es nuestro sentimiento, es nuestro dolor, que vuela junto a las víctimas, que nunca resucitarán, y mientras su rostro, sigue, hablando de venganza, que forma parte de la tragedia de los periódicos.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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