viernes, 9 de junio de 2023

Viejas calles

 

Recorro absorta en mi infancia, las viejas calles de mi ciudad, que pertenecen a mis recuerdos; que vigilan mis sueños; que acompañan mis sonrisas, donde vuelvo a ser aquella niña, a la que le gustaba subirse en los zapatos de tacón, de su madre, de su abuela, para ser mayor; aquella niña, que no quería ir al colegio, y se escondía en el armario de la habitación de los abuelos; aquella niña, que corría ilusionada, por la calle, de la fotografía, donde se encontraba una patatería, donde íbamos los días de fiesta, a comprar cien gramos de patatas. Me asombraba el olor, de ese espacio, entregado a las patatas, cubierto de cortezas, adornado con sabores prohibidos, el resto de la semana, que me veía obligada a comer, carne, purés, sopas, verduras, frutas, que no me gustaban, pero tragaba con la esperanza puesta en saborear en unos días patatas fritas. 

Ana Tapias( todos los derechos reservados(©


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