Mis sobrinas, son felices, con objetos que les trasportan al ecosistema del agua; cuya frontera es un pequeño parque escondido, deshabitado, desierto, en medio de la ciudad; donde corren junto a su infancia, que parece una isla de felicidad. Pero llegará un día, donde la vida, les golpeará sin piedad, y tal vez, recuerden aquel verano, donde todo parecía fácil; donde las sonrisas no se compraban detrás de las lágrimas; donde su tía, les regalaba momentos para abrazar cuando envejecieran y sintieran el vértigo de la muerte, sobre sus cuerpos decadentes.
Con amor infinito a mis sobrinas: IFGT y MGT.
Ana Tapias (todos los derechos reservados (©
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