Junto al ayer, se alza una figura esbelta, elegante, ajena, al devenir de los días; donde las personas, hipotecan, sus nombres, sus apellidos, sus constantes vitales; donde los hogares, son destruidos, son derribados, son vendidos; donde los sueños, se pierden, se desdibujan, se difuminan, sobre el horizonte; donde se yergue una cigüeña, que siempre vuelve a su campanario, envuelta entre las comisuras del destino, donde será bautizada por el silencio.Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
No hay comentarios:
Publicar un comentario