Una cigüeña, pasa al lado del nido, su vuelo no se detiene; tal vez, ha decidido,
fugarse del destino, para no permanecer anclada, a un lugar común, a un espacio
sin fronteras, a un territorio con preguntas; anhela, acariciar la libertad,
donde olvidará la necesidad de sobrevivir al momento, para entregarse a su
abecedario de sueños, compuesto de vocales, de consonantes, que abrazan la
eternidad.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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