viernes, 11 de enero de 2013

Reencuentros

De vuelta en mí ciudad me voy reencontrando con amigas, conocidas y paisajes. Mis amigas me echaban de menos y yo a ellas, es mágico sentirse bien en un grupo. He conocido tantas personas a quienes llamé amigas y el tiempo borró sus huellas, que aprecio la verdadera amistad, la valoro y la cuido. Con mis amigas me fui de rebajas, no compramos nada y tomamos unas cañitas con pinchos de sinceridad. Aunque he de ver a más amigas. A los conocidos me los fui encontrando por la calle. Una de ellas es una mujer mayor llamada Milagros. Milagros es la ternura en persona. Es amiga de mis padres y también mía. Ayer fue a recoger a su hija, tiene sindrome de down, a la parada del bus y me contaba cómo la intentaron robar el día cinco de Enero. Un Rey mago se subió  hasta su balcón. Ella en vez de asustarse, le dijo" te conozco", y el rey se fue su reino de mentira. Milagros demostró su fortaleza y su valentía. Valentía que me contaba otro día. Un día triste cercano a las Navidades, aquel dia se acordaba de su marido, de su hijo, muertos y fue su hija con la mente de una niña  de cuatro años,  quién la regaló una sonrisa. Milagros sonreia con ella.
 Con el paisaje lo voy buscando entre las calles. Calles del frio y de la nostalgia. Nostalgia de hace venticuatro años. Hace venticuatro murió uno de mis abuelos. El abuelo que me ha dejado sonrisas como recuerdo. El recuerdo es otro paisaje interior y mi reecuentro  con él es más frio  pero siempre, simpre busco su carlor.
Ana

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