Suelo mirar al techo de la habitación como consuelo por no poder mirar al suelo de la habitación y allí estaba fria, e immune a mi miedo. Me dan miedo los bichos, y más las arañas. Era cuestión de vida o muerte. Sí la dejaba viva espiaría en mi habitación. Sí la mataba sería libre. No me gustan que me vigilen. Fui a buscar el cepillo, lo subí hacia el techo, y la coloqué en la escoba y en el suelo la pisé con saña. Me senti como si fuera parte de la sociedad, donde cada dia mueren arañas y todos la ignoran. Arañan con muchas patas de tristeza en medio de sonrisas. Soy una asesina de arañas, la de ayer fue mi primera araña.
Ana,
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