Si soy culpable y nada de presunta culpable. Asumo mi culpa. He mojado a una mujer de pelo corto y gafas que pasaba por la calle en ese momento. Lo sé porque ha gritado. Su grito ha llegado a mi balcón. En vez de esconderme he dado la cara y la he pedido perdón. No sabía que el plato del tiesto estaba preparado para ser plato de ducha. Soy culpable y me siento fatal. Nunca podré olvidar la mirada de mí víctima. Víctima a todas luces que se habrá acordado de toda mi familia. En realidad es culpa suya. Fueron ellos quienes me dijeron" riega, riega los tiestos".
Ana
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