La vida nos somete a selfies diarios, son como mirarse al espejo, dejandonos reflejos incomodos.
A veces no soportamos ni nosotros mismos, como para hacerlo nuestro selfies. Tenemos dudas, caminamos sombrios, cabizbajos, nos pesan las arrujas del pensamiento, nuestros amigos no nos entienden, son unos estupidos con egos, nuestras manos carecen de valor, al lado de las manos de los porteros de fútbol.
Somos pequeños reflejos, coloreados, por el destino, y con eso hemos de vivir.
A veces no soportamos ni nosotros mismos, como para hacerlo nuestro selfies. Tenemos dudas, caminamos sombrios, cabizbajos, nos pesan las arrujas del pensamiento, nuestros amigos no nos entienden, son unos estupidos con egos, nuestras manos carecen de valor, al lado de las manos de los porteros de fútbol.
Somos pequeños reflejos, coloreados, por el destino, y con eso hemos de vivir.
Ana Maria Tapias Garcia