La lejania de una farola, se puede trasmutar en cercanía, si aceptamos mirarla. Es dificil a veces hacerlo. Nada ni nadie nos conduce a ella. Todo nos invita a quejarnos de algo, o de alguien, que nos rodea, y no nos gusta. La farola es la realidad que hemos de entender, dejando a un lado la altura de nuestros problemas , que divagan sin rumbo en nuestra imaginación, por no atreverse a acercarse al sufrimiento ajeno.
Ana María Tapias Garcia.
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