sábado, 5 de abril de 2014

Paredes dificiles de escalar

Si yo fuera hormiga, que a veces creo que lo soy, me costaría escalar la pared de esta Iglesia segoviana, no sabría por dónde empezar. Eso mismo les debe pasar, a quienes tienen la responsabilidad de encontrar el avión desaparecido, hace un mes en medio del mar.
La vida es un pared con matices siendo uno de ellos las neuronas atrofiadas. Neuronas que como soy hormiga dudo que tenga,  y nunca podré creer que nadie sepa dónde ni porqué un centenar de seres humanos se han convertido en seres perdidos, en el triangulo de las Bermudas. Los misterios nos persiguen acomodándose en nuestras patitas.

Ana Maria Tapias Garcia. 

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