jueves, 3 de abril de 2014

Nada es lo que parece

Nada es lo que parece, pensé al tomar al foto de una nube que soñaba con tragarse al Acueducto.

En la frontera de Siria con el Líbano en Qalamoun, cuatro niños sirios sonríen a la cámara. Su  sonrisa es engañosa, pues han sido desplazados a un lugar hostil al que han de aprender a respetar. Sus miradas se iluminan  como si las bombas no resoplaran en sus oídos, ni los proyectiles formaran parte de sus juegos. Qalamoun es una ciudad de fantasmas que respira el aire de la vida. Mientras las nubes vomitan lágrimas difíciles de consolar. 

Ana Maria Tapias Garcia.

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