Cada uno tenemos una percepción del mundo que nos rodea. A mi por ejemplo me cuesta entender los penitentes descalzos y los que arrastran cruces pesadas. No intuyo qué delitos cometieron, qué promesas esculpieron, quién les aconsejó que lo hicieran. Sufro al ver su dolor en la desnudez de sus pies y en la crujiente soledad de su espalda. Alguien les debió aconsejar que no sufran por sus pecados, que los pecados no existen, son inventos de la cobardía de quienes nos gobiernan para no perder el poder. Alguien les debió susurrar que acepten sus derrotas como parte del camino, pero lo cierto es que nadie fue valiente para hacerlo , y deben dejarse llevar por su Skyline mental.
Ana Maria Tapias Garcia.
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